Día 1º ➠ España - Keflavik - Reykjavik (50 km aprox)
Presentación en el aeropuerto y embarque en el vuelo regular con destino Keflavik. Llegada y recogida del vehículo de alquiler. Conducción hacia Reykjavik, situada a unos 50 km. Alojamiento. Nos encontramos en la capital de Islandia, una sencilla y cosmopolita ciudad con una atractiva oferta de edificios y espacios que merece la pena conocer. Resto del día libre para comenzar a descubrirla.
Día 2º ➠ Reykjavik - Círculo de Oro (225 km aprox)
En esta jornada exploramos los hitos del famoso “Círculo de Oro”: el Parque Nacional de Thingvellir, sede original del Parlamento Islandés desde el siglo X y donde puede observarse los efectos de los movimientos de las placas tectónicas de Noramérica y Eurasia; la zona geotérmica de Geysir, con pequeños manantiales de agua hirviente y la columna de agua y vapor expulsada por el geiser Strokkur; y la poderosa doble cascada de Gullfoss. En el camino a nuestro alojamiento nos sugieren detenernos en Flúðir para disfrutar de un baño termal en la Secret Lagoon. Noche en la región.
Día 3º ➠ Círculo de Oro - islas Vestman - Vik (150 km aprox + 1´10 h. de ferry)
Conducimos hacia el sur y alcanzamos la localidad de Landeyjahöfn. Dejamos el coche en el aparcamiento y embarcamos en el ferry que, en un trayecto de aproximadamente 35 minutos, nos llevará hasta las famosas Vestman, un pequeño archipiélago con una única isla habitada, Heimaey. De origen volcánico y vocación marinera, estas “islas de los hombres del oeste” son un paraíso para los amantes del senderismo y la fauna marina, ya que sus aguas están pobladas por ballenas, focas y frailecillos. Podemos contratar excursiones opcionales como navegaciones o paseos en ATV, o ascender a la cima del volcán Eldfell, cuya última erupción data de 1.973, y contemplar desde los acantilados del oeste la “Elephant Rock”, una gran roca basáltica que asemeja a un elefante con parte de su trompa sumergida en el mar. De regreso al continente continuamos la ruta hacia Vik, con paradas en las bellas cascadas de Seljalandfoss y Skogafoss, y en la playa de arenas negras de Reynisfjara, con sus cuevas, columnas basálticas y caprichosas formas rocosas.